Durante todo el siglo XIX se
desarrolla lo que se ha venido a denominar la “Escuela de Gerona”, también
conocida como la “Escuela Catalana” o “Escuela Levantina”, de imágenes de
vestir o “cap i potas”, término catalán que significa “cabeza y patas” haciendo
alusión a este tipo de imágenes que sólo tienen talladas la cabeza, manos y
piernas.
Se
trata de prácticamente una imaginería de carácter casi seriada, de cuyos
talleres salían las imágenes completamente vestidas y aderezadas con coronas y
otros complementos como cetros o escapularios. No sólo se realizaba la talla de
las imágenes sino que se labraban coronas en hojalata, latón y plata, y se
confeccionaban túnicas y mantos en terciopelo y sedas bordadas según el
requerimiento de cada imagen. Este tipo de figuras se popularizaron enormemente
durante la segunda mitad del siglo XIX entre las clases más pudientes, la
nobleza y la incipiente burguesía debido a los relativos bajos costes que
permitían ser adquiridas por los clientes, por lo común, particulares que
querían adquirir una imagen de devoción para sus oratorios y capillas privadas,
no obstante, algunas de ellas podían adquirirse con capillas de madera chapada
de corte Isabelino o Alfonsino, de clara alusión a los monarcas reinantes en la
época. Aun así, la Iglesia también adquirió algunas de estas imágenes, sobre
todo las de mayor tamaño, así como conventos y monasterios para devociones en
las clausuras. En Zamora podemos encontrar algunos ejemplos expuestos al culto
como la Virgen del Triunfo de la Iglesia de San Frontis o quizás la Virgen de
las Espadas de la Iglesia de San Vicente.
Virgen del Triunfo y Virgen de las Espadas |
Los
modelos iconográficos son siempre los mismos, desde la imagen de la Dolorosa
hasta la Virgen del Carmen o la Dormición de la Virgen, ésta menos común aunque
con ejemplos destacados igualmente; entre los varones destacaban San Antonio y
San José, ambos con el Niño en una de sus manos. Su producción casi seriada
obligó a establecer determinados patrones que siempre se repetían, no sólo en
las medidas de las imágenes (30, 40, 60 y 80cm las más comunes) sino también en
los gestos, ademanes y rasgos faciales que hacen casi inconfundible su
identificación, por no hablar de su principal rasgo de autenticidad y que se
convirtió en marca de calidad, el característico color azul-añil que cubría el
cuerpo o maniquí. El Museo Etnográfico de Castilla y León alberga una
representativa colección de este tipo de imágenes así como el Museo Provincial
con una imagen de la Piedad tradicionalmente atribuida a Ramón Álvarez pero de
clara marca catalana.
Imágenes de vestir de la Escuela de Gerona |
Como
hemos dicho anteriormente las imágenes salían del taller completamente vestidas
con túnicas y mantos de terciopelo o seda según el modelo iconográfico. Algunas
de estas vestimentas estaban simplemente decoradas con encajes de hojilla y
galones de hilo de oro y plata, mientras que otras se bordaban con motivos
decorativos. El canutillo de oro era el material fundamental empleado en los
ropajes de estas imágenes, no obstante era el más sencillo y rápido de
realizar, además de adecuarse perfectamente a imágenes de reducido tamaño. El
bordado se realizaba directamente sobre la tela definitiva y se solían rellenar
los motivos más grandes con distintas pasadas previas de hilo para dar cuerpo a
la forma en cuestión, empleando casi exclusivamente el canutillo de oro y
plata, en todas sus vertientes de rizado, liso, brillo y mate. Se repetían
siempre motivos vegetales a base de roleos entrelazados con terminaciones en
flores y hojas acompañados con algunos elementos de marcada simbología como
coronas de espinas para las dolorosas, escudos carmelitanos y mercedarios para
las imágenes de la Virgen del Carmen o de la Merced, anagramas de María para
las Purísimas o JHS para los Niños Jesús. Todavía hoy, la mencionada Virgen del
Triunfo, desfila en la procesión de San José con una túnica a la que parece se
le han acoplado, tanto a la de la Virgen como la del Niño, los bordados
originales con los que puedo ser adquirida la imagen.
Bordados típicos de las imágenes de la Escuela de Gerona. Siglo XIX |
Reproducción actual de bordados del Siglo XIX de la Escuela de Gerona |
No entiendo cómo se pudo atribuir la Virgen de las Espadas a Ramón Álvarez. Es una "cap i pota" retocada, pero muy bella, al igual que la Virgen del Triunfo. Un saludo
ResponderEliminarYo también lo creo Javier, posiblemente la retocara, un buen estudio de la imagen sin ropas lo confirmaría.
EliminarQUE HERMOSURA DE BORDADOS....PENSE QUE SOLO LO HACIAN LAS MONJAS DE CLAUSURA.
ResponderEliminarSALUDITOS